Vivo en el chozo desde octubre, esto es un refugio de piedra que en España era un recurso tradicional de los cabreros y pastores trashumantes. El chozo de pastor típico es de planta circular y con cubierta cónica para impedir que el agua de la lluvia penetre en el interior. La cubierta puede estar hecha con diferentes tipos de plantas. Aquí en La Jarilla estamos rodeados de Retama y son las que forman la cubierta de los chozos.
Unos de los días que me gustaron mucho aquí en La Jarilla fue cuando arreglamos el techo del chozo. Cada año o cada dos años hay que subir sobre el techo y poner nuevas escobas para que el agua de la lluvia no se infiltre. Es muy importante saber que las escobas no se deben cambiar, si no añadir, porque las viejas que se dejan allí se van asentando y formando una capa protectora adicional.
Esta tarea me impresionó porque en ella se pueden encontrar un montón de funciones diferentes vinculadas por ejemplo con la naturaleza de este lugar en términos de uso y mantenimiento, con las tradiciones, con el cuidado de la casa, que implica responsabilidad y atención, y con el trabajo comunitario.
Como primera cosa hay que cortar escobas, entonces un día cortamos muchas escobas, que de verdad eran muy pocas comparadas a todas las que están aquí. Esto fue el uso y el mantenimiento de lo que ofrece la naturaleza alrededor. La Retama es una planta que aquí está poco considerada, sugieren eliminarlas, pero de verdad tiene muchos destinos. Aparte de que es muy útil para encender el fuego, yo la uso para la estufa que tengo en el chozo, todos los días voy por la finca desgajando ramas secas de escobas para encender el fuego o avivar las brasas, y sin ellas no sabría qué hacer. En los huertos protege las plantitas del frío y de los animales que intentan comerlas por los bordes; es una planta pionera, que llega en los territorios difíciles y se reproduce empezando a mejorar el suelo y a protegerlo como hacen todas las plantas. También pertenece a la familia de las leguminosas, por lo que enriquece el suelo con nitrógeno, alimento indispensable para todas las plantas y además tiene bonitas flores amarillas o blancas que sirven para los insectos impolinadores.
Cortarlas es mantenimiento porque como hay muchas, hay que disminuirlas, y es una poda, van a crecer nuevas plantas más fuertes, que sacarán otro CO2. En un estudio de la biomasa de retama amarilla (Retama sphaerocarpa L.) como sumidero de CO2, han reportado que la cantidad de carbono fijado en la biomasa no es despreciable si se compara con algunas especies arbóreas, y que “los valores ponen de manifiesto la importancia de mantener los matorrales como sumidero eficaces de carbono en ambientes mediterráneos” (https://dehesa.unex.es/handle/10662/577).
Bien, después de este excursos sobre las escobas vuelvo a contar mi historia.
Con todas las escobas cortadas abajo del chozo que esperaban solo de ser puestas, montamos el andamio y empezamos. Esto es un trabajo que no se puede hacer solo y todos son igualmente importantes: hay una persona que tiene que estar abajo, para dar escobas a quien está sobre el andamio, esta persona hace dos funciones, poner las escobas en la parte baja del chozo y pasar escobas a quien está más arriba; esta persona igualmente pone las escobas en el medio del techo y pasa escobas a quien está en la parte superior del techo.
¿Cómo es posible esto, cómo pueden estar las personas sobre el techo sin caer? y como se ponen las escobas?
El techo tiene tres anillos que lo rodean, así que yo ponía mi pie allí como apoyo y tenía que tener cuidado al distribuir mi peso a lo largo del techo. De verdad estar allí arriba era muy cómodo, pensaba que una vez los colchones aquí tenían que ser de escobas, porque todas juntas así son muy confortables.
Las escobas simplemente tenían que ser ajustadas con las antiguas, especialmente donde se veían huecos. Una cosa que me sorprendió mucho fue que si intentaba agarrarme a las escobas viejas para ayudarme a subir estas no se movían, eran un sólido asidero.
Esto es algo que se hizo hace mucho tiempo, me imaginaba los ancestrales allí arriba, a poner escobas para protegerse, como estaba haciendo yo, poner escobas para poder dormir en las noches de lluvia, y para los que vendrán.
Aquí estoy aprendiendo algo muy bien, cuando se trabaja en equipo y se vive en comunidad el espíritu es muy importante, tu actitud influye en los demás.
El primer principio de la permacultura dice observa e interactúa, esto lo estoy viendo mucho, por ejemplo hacer una casa de piedra, madera y escobas me parece observar lo que te ofrece alrededor e interactuar con ese. Cuando se comparte mucho tiempo con otra gente hay que observarla, escucharla, y aprender a interactuar con ella. Ese día el trabajo fue relajado, reímos, cantamos, compartimos historias, conocimientos y emociones, respetándonos, y al final el chozo se quedó muy bonito, ¡con el techo todo verde!