Los primeros días fueron de adaptación, haciéndome con la otra voluntaria (Isabel) a los horarios, el reparto de tareas y la estancia. Nos recibieron muy bien, se notaba que conocían que es tener voluntariadxs, así que de lujo.

Poco a poco fui conociendo los espacios principales: las tres huertas, el gallinero, el olivar y la finca a grosso modo y añadiendo en mi rutina mañanera el dar de comer a los animales, cosa que me encanta. No requiere mucho tiempo y les das los buenos días a los burritos, las ovejas, las gallinas y las cabras y así vas haciendo amigos.

También empezamos a ver el trabajo en el huerto, aunque ahora en esta época tampoco es muy entretenido: ponerle estructuras a los guisantes, limpiar maleza y hacer mantenimiento en general, que no es que sea un mal trabajo, pero a mí no me apasiona demasiado. Igualmente es agradable meter las manos en la tierra y luego comerte una ensaladita de cosas de la huerta, así que al final compensa.

En el olivar se está de lujo, el trabajo que hay ahora es de amontonar la poda, que te permite hacer esfuerzo físico a la vez que estás tranquilamente en el campo escuchando a los animalejos o sin pensar en nada. Es un sitio la mar de bonito.

Hemos visto buitres un par de veces y son espectaculares, nunca había visto buitres salvajes tan de cerca y están guapísimos. Intentamos acercarnos Isa y yo un día que estaban tomando el sol cerca para ver si conseguíamos alguna foto buena, pero son muy listos y a la mínima salen volando. Igualmente fue muy divertido.

Hicimos también la semana de Curso de Formación a la Llegada, que por las restricciones del COVID tuvo que ser online, pero dentro de lo que es estar muchas horas delante de una pantalla fue bastante dinámico. Conocimos otros proyectos de voluntariado y vimos caras nuevas y muy animadas que, quien sabe, algún día podamos llegar a conocer en persona.

También hemos hecho un curso de curtición de pieles con productos naturales y autóctonos tremendamente didáctico, que para mi proyecto personal es muy interesante.

Todo marcha bien, aprendiendo mil cosas nuevas cada día y la convivencia es muy buena, tengo suerte de tener esta oportunidad y quiero aprovecharla al máximo.

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