Laura y yo llevamos un mes en La Jarilla a través del programa del Cuerpo Europeo de Solidaridad. Estamos aprendiendo tantas cosas. Empezamos aprendiendo sobre el sistema de riego. Hay tres huertos en La Jarilla, un huerto sintrópico, una técnica que nació en Suiza con la idea de recuperar suelos y crear biodiversidad entre otras cosas. Sus terrazas tienen diferentes necesidades de agua: en la parte seca las plantas no necesitan demasiada agua en cambio la tierra de la otra parte necesita estar húmeda. Hay árboles de uchuva y níspero que necesitan agua todos los días, usamos el agua de lluvia almacenada en baldes. Empecé por el riego porque es mi actividad favorita y siempre termino viendo la maravillosa puesta de sol.
También hay muchos libros, yo estoy leyendo la Revolución de una hoja de paja de Fukuoka y Laura está estudiando la flora de los alrededores con la ayuda de una guía de fauna y flora de Extremadura. También me encantan los árboles y La Jarilla está rodeada de encinas.
Otra tarea es recoger semillas del huerto, por ejemplo semillas de girasol que usamos para comer o para guardarlas en el banco de semillas. Seleccionamos las mejores frutas para obtener las semillas que usaremos para las próximas plantaciones, lo mismo ocurre con los tomates, calabacines y otros.
Recuerdo con cariño el recuerdo de la colecta de pipas de girasol, hay que secar el tallo, luego lo cortamos y guardamos las pepitas. Hay un banco de semillas en la sala de estar. Actualmente existen semillas de la familia de las solanáceas, cruciceas, cucurbitáceas, gramíneas, umbelíferas, leguminosas, compuestas, además de cereales y flores.
Aprendamos a hacer un semillero que es un pequeño lugar para poner las semillas con tierra negra y dejarlas germinar.
En La Jarilla utilizamos mucho los fermentos, tanto para la huerta como para consumirlos también. Para la huerta usamos fertilizantes echando estiércol de vaca, mezclando yogur, leche, levadura para pan y mumbing, nutriendo así la tierra con los microorganismos.
Hemos hecho kéfir de agua, kombucha, yogur y planeamos usar agua de garbanzos para hacer pan, pasteles y otras cosas.
Está siendo una experiencia llena de emociones y aprendizaje. La cultura extremeña es muy rica, disfruto mucho de sus productos típicos como el chorizo, las migas y el salmorejo.
Aquí Laura, mi experiencia aquí está siendo muy positiva, disfruto de las tareas que hemos realizado en el momento previamente comentado por mi compañero de trabajo Lui; Me gustaría añadir mi experiencia con la bioconstrucción de un armario/almacén que estamos realizando. Durante la construcción estamos aprendiendo técnicas constructivas como la nivelación del terreno donde se asentará nuestra estructura. El uso de balas de paja para la creación de los muros de la construcción es un sistema sencillo, económico, sin impacto ambiental, y además con una gran eficiencia en términos de energía y termicidad. En este momento estamos realizando la instalación de las vigas en la estructura, la idea es crear un techo verde para la captación de agua y el mantenimiento de la humedad y frescura, está siendo un trabajo arduo pero con un gran aporte de conocimiento.
Otra tarea interesante que me gustaría compartir es el uso del manejo holístico del ganado ovino; Hace unos días los guiamos a ellos y a una pareja de burros a una zona de olivar donde el ganado puede pastar libremente limpiando la zona, nutriendo la tierra con sus excrementos y pisando la tierra para luchar contra el apelmazamiento. Hoy en día los ganaderos concienciados intentan recuperar esta técnica para luchar contra el uso abusivo de piensos para alimentar al ganado y todo lo que ello conlleva, así como acabar con la desertificación de los pastos.
Finalizando con este breve seguimiento de las tareas que estamos realizando aquí en La Jarilla, quisiera insistir en lo positiva y educativa que está siendo esta experiencia. Gracias por la oportunidad, y gracias a las almas con las que convivo por hacer de esta experiencia un aprendizaje continuo y un juego divertido.